eleconomista.es 7/10/2015
Un factor importante: la gente no está teniendo en cuenta el euribor
El grifo hipotecario está abierto y los precios tras el ajuste están contenidos
La compraventa de viviendas se dispara, el número de hipotecas aumenta desde hace 14 meses, las grúas vuelven a dibujarse en el horizonte y el optimismo sobre la recuperación del mercado inmobiliario se desata. Todo esto hace que el español, tan acostumbrado al ladrillo, se haga una pregunta, ¿es el mejor momento para comprarse una casa?
La primera idea que parece dibujarse en el comprador nacional es: «corre, que suben los precios y se acaban los chollos», «compra ahora, que el euribor está más bajo que nunca», «es el momento, solo se puede revalorizar». Los expertos del mercado inmobiliario español despejan todo tipo de dudas y preguntas.
¿Primera vivienda o inversión? ¿A corto o largo?
Lo primero que hay que diferenciar es si la compra es para una primera vivienda o como inversión o segunda vivienda. Nuria Álvarez, analista de Renta 4, aconseja la compra para un perfil inversor, aunque avisa de que «la recuperación de precios será lenta, por lo que la rentabilidad será inferior a lo que acostumbraba España antes de la crisis».
«Para un inversor, la renta fija no aporta apenas rentabilidad, y la variable supone mucho riesgo. Comprar para vender a medio largo plazo puede ser una alternativa», afirma Álvarez. Para vivir en ella, los precios están mucho más bajos que durante el ‘boom’, pero desde Renta 4 infieren en que «se debería esperar y ahorrar para ganar poder negociador y afrontar una menor hipoteca».
Por su parte, el director del Gabinete de Estudios de pisos.com, Manuel Gandarias, cree que «siempre es buen momento para comprar una casa» aunque matiza que «es importante que la compra de una casa se conciba como una inversión a largo plazo, ya que compromete una parte de los ingresos».
El director de Negocio de fotocasa, Sergi González, afirma que «el precio se está estabilizando tras años de sucesivas caídas y tiende hacia la recuperación. Es un buen momento para comprar porque todo parece indicar que el precio no caerá más y que en 2016 continuará al alza. Todavía es posible encontrar pisos a precios razonables u ofertas inmobiliarias».
Fernando Encinar, jefe de Estudios de idealista, aporta un matiz a la pregunta y apuesta por «explorar». «Por un lado hay mucho producto en venta de calidad, y los precios tras el ajuste están contenidos. Puede ser un buen momento para comprar una vivienda en la que vivir o como inversión».
¿Al contado o con hipoteca? Ojo con el euribor
Partiendo de la premisa de que si se dispone de capital suficiente para afrontar una inversión de esa magnitud siempre será mejor que acudir a una financiación que hay que devolver.
Desde Renta 4 plantean una pregunta: ¿comprar barato o comprar mas caro con menos diferencial? Álvarez responde que «según gustos y perspectivas». «Depende del ahorro, y de los futuros a veces es mejor rechazar y ahorrar si se pudiera que comprar. A dos años vista puedes pagar más en importe pero va a haber menores diferenciales, habrás ahorrado más y acortas plazos de pago», dice.
Desde pisos.com remarcan que «el mejor momento para comprar es cuando quien se lo plantea cuenta con ahorro y solvencia, quien después de hacer cálculos, sabe que podrá responder a la financiación pactada con la entidad». «Tenemos que tener claro que económicamente podemos dar el paso y que el banco nos va a acompañar a lo largo del camino», añaden.
Encinar explica que los bancos «han abierto el grifo hipotecario» y los precios tras el ajuste están «contenidos», para apuntar que «si se dispone de ahorros puede ser un buen momento para comprar».
Para terminar, desde Renta 4 lanzan una advertencia. «Un factor importante que la gente no está teniendo en cuenta es el euribor. A día de hoy está muy bajo y un diferencial de 2 puntos puede no parecer mucho, pero frente a una subida futura de tipos y una mejora de la economía habrá quién se sorprenda con la hipoteca a la que tiene que hacer frente», incide Álvarez.
Fuente: El Economista